
De repente la lluvia, que se lleva
el color y el verano,
y la pena en tu puerta
y un beso que acechaba en la penumbra.
Desprevenida el alma
en esta lluvia de septiembre,
con su verso vagando
por lágrimas sin nombre,
con su tiempo aún dispuesto
en el rumbo de unos ojos.
Al raso aún los sueños
con su anhelo de mariposa,
y ya la lluvia y su dolor opaco,
con la esperanza adelgazando
en la luz que se aleja, que se aleja...
el color y el verano,
y la pena en tu puerta
y un beso que acechaba en la penumbra.
Desprevenida el alma
en esta lluvia de septiembre,
con su verso vagando
por lágrimas sin nombre,
con su tiempo aún dispuesto
en el rumbo de unos ojos.
Al raso aún los sueños
con su anhelo de mariposa,
y ya la lluvia y su dolor opaco,
con la esperanza adelgazando
en la luz que se aleja, que se aleja...
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