
A partir de este mes de septiembre que hoy comienza, la píldora poscoital, la famosa píldora del día después, comenzará a venderse en las farmacias sin receta médica, a cualquier mujer que la solicite, sin límite de edad. En el folleto informativo que se entregará con la píldora, Sanidad intenta reducir sus efectos secundarios al mínimo, presentándolo como un medicamento carente de riesgos. Sin embargo, no es esto de lo quiero hablar hoy, sino de otro punto del folleto en el que se afirma que la píldora “es un medicamento hormonal que impide o retrasa la ovulación y en la mayoría de los casos evita el embarazo, pero nunca lo interrumpe. Esta píldora no es abortiva”.
Nada tendría que objetar a esta última afirmación –creencias personales al margen- si no fuera porque es completamente falsa. La píldora del día después es abortiva, interrumpe el proceso de gestación de un nuevo ser humano, que tiene su comienzo en el momento de la fecundación. Este medicamento presenta tres acciones. La primera impide que el óvulo fecundado se implante en el útero, la segunda reduce la velocidad de los espermatozoides y la tercera adelanta o retrasa la menstruación. Es esta primera acción la que impide que una nueva vida, el óvulo fecundado, continúe con su proceso normal de desarrollo y consigue que se produzca un aborto.
Que la píldora del día después presenta también un efecto abortivo no es algo nuevo para mí ni para mucha gente que conoce el tema. Sin embargo, hace ya cerca de un año, cuando me dio por participar en un foro sobre el aborto, me tomé la molestia de investigar este tema en Internet y publiqué el siguiente trabajo que ahora comparto con todos vosotros. Es un poco largo, pero espero que sea de vuestro interés.

Cuando mantengo que la píldora del día después es abortiva no me estoy inventando nada, tengo los datos suficientes para afirmar algo así. No empezaría un debate de este estilo si no contara con la suficiente documentación para avalar mi postura. En ningún momento pretendo alarmar a nadie, y menos engañar; solamente concienciar a las mujeres que toman estas pastillas y no son conscientes de lo que de verdad ocurre en su interior, en el útero materno. A las partidarias del aborto, a las que abortan y toman pastillas abortivas sabiendo lo que hacen, imagino que todo este asunto en el fondo les dará igual.
El Instituto de Bioética de la Facultad de Posgrado en Ciencias de la Salud, de la U.C.A., ha emitido el siguiente dictamen:
“Desde el punto de vista técnico, este fármaco provoca una alteración en el transporte tubárico y también una des-sincronización en la maduración del endometrio según lo informa el mismo laboratorio que elabora y comercializa estas píldoras. Esto significa que el efecto buscado es inhibir la habilidad del endometrio para la anidación del embrión humano. Si la píldora es tomada en el período periovulatorio, impide el normal desarrollo y progreso del embrión humano, lo que elimina las posibilidades de supervivencia de dicho embrión, que ya está presente.
Durante todo el ciclo menstrual, dos eventos importantes se producen en el sistema genital de la mujer: la maduración y salida de un óvulo del ovario, con el objeto de que sea fecundado, y la preparación del endometrio uterino para la anidación del bebé. El endometrio está en su mayor nivel de receptividad en el período posovulatorio, de tal manera que, si existe la fecundación, esta receptividad será máxima, facilitando naturalmente el proceso de desarrollo del embrión. La implantación (sin duda una etapa importante en este proceso, pero una etapa más) se produce entre el quinto y el noveno día después de la fertilización. A este evento del desarrollo embrionario y de la maduración del endometrio, se lo llama sincronización y es un proceso natural in vivo, porque ambos factores se dan bajo los efectos de las mismas hormonas.
El levonorgestrel (droga especialmente usada para la píldora de la que hablamos) altera la receptividad del endometrio impidiendo que el embrión siga su desarrollo y pueda implantarse, ya que a la mucosa uterina se la altera de forma tal que le faltan vasos sanguíneos, consistencia (esponjosa) y espesor. Así, el “terreno” no es apto y la implantación no es exitosa, lo que provoca la muerte del embrión. Ésta es entonces la acción abortiva del levonorgestrel, que, por lo precoz de la misma, seguramente pasará inadvertida a la madre.
Finalmente, en otras palabras:

1) Si todavía la mujer no ha ovulado en el momento de ingerir la droga, ésta podría detener el proceso de maduración del óvulo y no habrá fecundación.
2) Si la mujer está en la ovulación o muy próxima a la misma, y efectivamente se produce la fecundación, la droga actúa sobre el endometrio no permitiendo que se desarrolle, que se ponga en condiciones para que se implante el embrión, produciéndose un aborto precoz, como queda dicho.”
Aparece aquí, una palabra, levonorgestrel, que, como veremos más adelante, presenta un significado clave en toda esta historia.
¿Por qué entonces se afirma en algunos sitios que este tipo de pastilla no es abortiva? Porque se basan en la declaración de la OMS sobre en qué momento se produce un aborto:
“Los folletos de ‘Sexo con seso’, la Federación de Planificación Familiar, Cruz Roja, el equipo Daphne, la SEC, y, por supuesto, Schering niegan que la píldora del día después sea abortiva. Se basan en la declaración de la OMS de que no es aborto hasta que se produce la implantación. Sin embargo, conviene recordar que la OMS es un organismo político, no científico, y que el 100% de los libros de embriología señalan el comienzo de la vida humana en la concepción, no en la implantación. Y en los prospectos de la PDD se reconoce su carácter ‘antiimplantatorio’. Es decir, que en los casos en que se haya producido la fecundación, hay aborto. Y esto puede ocurrir en el 75% de las ocasiones, según señala el Dr. Justo Aznar”.
(lanacion.es/2008/03/01)
Seguramente os preguntaréis en qué se basa la OMS para semejante afirmación. La explicación, o manipulación, podemos encontrarla aquí:

“En concreto, se proclama que la píldora no es abortiva. Todavía lo leíamos ayer en Diario de Navarra: ‘La Organización Mundial de la Salud asegura que no tiene efectos abortivos’. Es correcto, pero, para poder decirlo, la OMS ha tenido antes que torturar las palabras y hacerles confesar lo que no querían decir. Hace casi 30 años, encargó la OMS a un grupo de expertos que cambiara la definición de concepción. La cosa era necesaria para poder dejar el campo libre a la anticoncepción. Se sabía, y sobre todo se veía venir, que muchos anticonceptivos impiden la anidación de los embriones y, con ello, acaban con la vida de seres humanos ya concebidos. Los expertos hicieron un cambio muy sutil: dijeron que, en el futuro, concepción no sería ya lo mismo que fecundación, sino que el día primero de la existencia se retrasaba al momento de la implantación del blastocito en el endometrio. Con el arreglillo, la vida y, con ella, el comienzo del embarazo se retrasaban del día 1 al 14. Y, como el aborto es la interrupción del embarazo, ya no podía haber abortos antes del día 14. Sería incorrecto, a partir de entonces, llamar aborto a la destrucción de embriones de menos de 14 días de edad. Unos hicieron caso, otros nos negamos a dejarnos engañar.”
(Gonzalo Herranz. Profesor de Ética Médica. Universidad de Navarra)
Para mayor seguridad sobre el carácter abortivo de estas píldoras, vayamos a un prospecto de la píldora April, fabricada por los laboratorios que elaboran y comercializan estas píldoras:
COMPOSICIÓN
Cada comprimido recubierto contiene:
Levonorgestrel...................................................................................................0, 100 mg
Etinilestradiol.....................................................................................................0, 020 mg
Excipientes: betaciclodextrina, celactosa, almidón de maíz, croscaramelosa sódica,
dióxido de silicio coloidal, laurisulfato de sodio, lactosa monohidrato, estearato de magnesio, amarillo ocaso laca alumínica y Opadry YS-1 blanco.................................c.s.
ACCION TERAPEUTICA
Anticonceptivo estro-progestacional monofásico.
INDICACIONES
Anticoncepción hormonal.
ACCION FARMACOLÓGICA
El efecto sinérgico de uso combinado de estrógenos y progestágenos desde el comienzo del ciclo ovárico, inhibe la secreción hipotalámica de la hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH). Este mecanismo interfiere con el eje hipotalámico-hipofisario-gonadal y con la secreción de gonadotrofinas. Específicamente, los progestágenos inhiben la liberación luteinizante (LH), necesaria para la ovulación, y los estrógenos inhiben la liberación de hormona folículoestimulante (FSH). Como resultado de estos cambios, generalmente se inhibe la ovulación. Otros efectos incluyen el retraso madurativo del endometrio y la inhibición de la licuefacción del moco cervical que se produce durante el período ovulatorio. APRIL genera efectos que se asemejan al ciclo hormonal fisiológico, permitiendo un mejor control del ciclo.
Los anticonceptivos orales combinados constituyen el método anticonceptivo reversible más efectivo que se conoce.
(gador.com)

Comprobamos que aquí aparece la palabra mencionada anteriormente, levonorgestrel, que, como leíamos, “altera la receptividad de endometrio impidiendo que el embrión siga su desarrollo y pueda implantarse, ya que a la mucosa uterina se la altera de forma tal que le faltan vasos sanguíneos, consistencia (esponjosa) y espesor. Así, el ‘terreno’ no es apto y la implantación no es exitosa, lo que provoca la muerte del embrión. Ésta es entonces la acción abortiva del levonorgestrel, que, por lo precoz de la misma, seguramente pasará inadvertida a la madre”. Aunque el prospecto del medicamento no lo reconozca de forma explícita y hable sobre todo del efecto anticonceptivo de estas píldoras, podemos leer al final que “Otros efectos incluyen el retraso madurativo del endometrio y la inhibición de la licuefacción del moco cervical que se produce durante el período ovulatorio”.
Vemos, pues, que el endometrio, es decir, la mucosa que cubre el interior del útero para alojar al cigoto permitiendo su implantación, resulta alterado e imposibilita que el embrión pueda seguir su curso normal y muera. Comprobamos que lo afirmado en el artículo inicial se corresponde con el prospecto de los laboratorios que fabrican esta píldora. Estamos en condiciones de afirmar, por tanto, que la llamada ‘píldora del día después’, además de un efecto anticonceptivo, posee también un efecto abortivo.